Historia de Manuel belgrano

Curiosidades - Anécdotas - Vivencias BELGRANIANAS


En Imagen la Sala de Yatasto en la década de 1940
En Imagen la Sala de Yatasto en la década de 1940

LA VERDAD SOBRE YATASTO

 

Juan Oscar Wayar 

 

2 de diciembre 2019

 

La casona de Yatasto nunca fue una POSTA, en la época de la Independencia era una finca familiar de los Toledo y Pimentel, lo que sí es verdad es que sirvió de lugar de paso ya que a unos escasos metro de la casona bordeaba el antiguo camino Real y es por ello que en esta casa se brindaba un poco de ayuda al cansado camínate que transitaba la larga carretera, pero solo en carácter de ayuda, no como una posta propiamente dicha. Las verdaderas postas tenían registros y eran lugares donde se hospedaban a los viajantes aprovisionándolos de caballos y otras necesidades.

 

Otra verdad que nos brinda la historia es que la familia Pimentel ayudó en la lucha por la emancipación dando dinero y animales para el ejército patrio y aportó su casa de Yatasto para la causa libertaria, dando alojamiento a varios héroes nacionales.

 

Pero en la Sala de Yatasto nunca se encontraron Belgrano y San Martin; lamentablemente el lugar verdadero y Sala donde se hospedaron los héroes se destruyó en la década de 1970, hoy en día tan solo queda una pared y un pobre montículo de tierra donde otrora cobijara a los Padres de la Patria.

 

La documentación existente nos dice que: “El 16 de enero de 1814 el coronel don José San Martín llegó a Yatasto y es hospedado en la sala de los Toledo y Pimentel, hoy conocida como "Posta" de Yatasto. Al día siguiente, San Martín y los refuerzos que lleva al Ejército del Norte, parte rumbo al río Pasaje, donde lo espera el general Belgrano en la ribera norte del río. Ese mismo día 17, San Martín se aloja en la posta Los Algarrobos, que estaba ubicada cerca del actual pueblito Lumbreras. Hasta allí se dirige Belgrano, encontrándose con San Martín el 19 de enero de 1814 y este es el lugar del famoso abrazo de los padres de la Patria. Luego de esto ambos deciden trasladarse ese mismo día a la sala de Las Juntas, propiedad de don Manuel Torrens. Allí se hospedan, partiendo San Martín el 21 hacia la sala de los Toledo Pimentel (“Posta “de Yatasto), mientras que Belgrano lo hace el 26, hacia Tucumán.

 

En Las Juntas, estos dos grandes hombres fueron obsequiados con pescado. De allí proviene aquella célebre receta "Dorado a la San Martín”, recogida por doña Deidamia Sierra de Torrens. Como vemos este es resumen el itinerario de ambos jefes cuando se encuentran por primera vez en nuestro territorio salteño.

 

Mitre en su libro “Historia de Belgrano” (1859; Tomo I, pag.279) había colocado el lugar exacto- la sala de las Juntas- luego en su cuarta edición lo cambió, alejándose de lo que el mismo había encontrado en los documentos. Por eso hoy en día todos creen que la posta de Yatasto fue el lugar donde se abrazaron los padres de la Patria. Ya que la mayoría copió lo dicho por Mitre.

 

Esto que les relaté ya lo había expresado en un antiguo informe que hice hace tiempo y está basado en mucha investigación que tiene como base a varios historiadores e investigadores que sacaron a la luz este tema hace muchas décadas atrás (1). Por eso al día de hoy se tiene más claridad sobre este tema y la revisión histórica nos brinda nuevas herramientas para conocer mejor nuestro pasado.

 

Algunos de los estudiosos que nos dejaron bastante información sobre este tema, son por ej. Don Miguel Ángel De Marco, doctor en historia y miembro de la Academia Nacional de Historia, el historiador Julio Arturo Benencia, Dr. Antonio Pérez Amuchástegui , el Dr. Alfredo Gárgano; Eduardo Poma y muchos otros estudiosos que han escrito libros, ensayo y demás bibliografía donde, con documentos fiable y no solo la tradición, logran ubicar el lugar exacto del famoso encuentro y el abrazo de los próceres.

 

Algunos dirán ¿y qué relevancia puede tener a tal cosa?, pues les diré que una muy importante, ya que el verdadero lugar donde se hospedaron los héroes se destruyó en los 70 por desidia y olvido de un pueblo. Imaginen ahora si alguien olvidara donde se celebraron los actos importantes de nuestro pasado y los destruyeran, por ejemplo: la Casa Histórica de Tucumán, el Cabildo, el convento de San Lorenzo etc. Sin más, diríamos que esto es borrar parte de nuestra historia. Por mi parte creo que es bueno que se sepa todo lo referente a nuestro acervo cultural. En otros países se los cuida como reliquias inmaculadas, a las edificaciones importantes, tal es así el caso del Coliseo Romano, la casa de Jefferson en EEUU, el Louvre en Francia etc.

 

Aquí, en nuestra Provincia es todo lo contrario, aunque por lo menos, hoy en día se está tomando algo de conciencia. Por ejemplo: la casa donde vivió Güemes, que era una fonda donde se vendían empanadas y artesanías, ahora está siendo restaurada, aunque claro con algunos cambios estructurales. Y siguen en el olvido el Fuerte de Cobos, la casona de Güemes en Los Sauces, la finca del Carmen etc.

 

No desmerece en nada a nuestros héroes si se presentan los hechos tal como ocurrieron y no como nos habría gustado que ocurrieran o como a algún escritor sentado en la porteña Bs Aires, hayan querido plasmar la historia estando a miles de kilómetros y no sabiendo nada del lugar, ni de las rutas, ni los documentos propios de los lugares históricos. Por eso y mucho más es bueno saber con exactitud donde ocurrieron los sucesos relevantes de nuestra historia para así protegerlos y que no se los lleve el tiempo y la desidia, como ha sucedido con las antiguas Postas de Salta y sus infravalorares servicios a la Patria.

 

 

 

Se solicita en caso de compartir el TEXTO citar la fuente original ya que es un informe e investigación con © de Juan O. Wayar


-Al "pinchar" con el mouse sobre el Autor se abre la pagina documental del mismo- 

Publicado en Diario Infobae el día 20/06/2018

Por Fotos al 100

FOTOS AL 100 Archivo Fotografico del Gral. Manuel Belgrano


Publicado en Revista Rosario su Historia y Región N°151 Mayo de 2016

Por Cav. Silvio R. Vaccarezza


Publicacion del CEGHR Boletín N° 8 Año 10  2012

Por  Cav. Silvio R. Vaccarezza